Cambia la estrategia pero no la meta

Descubre cómo ajustar tu enfoque sin perder de vista tus objetivos


"Cambia la estrategia pero no la meta" es un consejo muy sabio, pero ponerlo en práctica puede ser más complicado de lo que parece. Si alguna vez has sentido que estás cambiando de dirección constantemente sin acercarte a tu objetivo, sabes que la flexibilidad no significa abandonar tus metas. Aquí te presento un método en tres pasos para mantenerte en el camino correcto mientras ajustas tu estrategia con maestría.


1. Define tu Meta con Gran Detalle

Primero, es crucial tener una meta que sea más que un simple deseo. Imagina que estás construyendo una casa. No solo dices “quiero una casa”, sino que dibujas planos detallados, decides cuántas habitaciones tendrá, el tipo de materiales, y hasta el color de las paredes. Así funciona con tus metas. Define con precisión lo que quieres lograr: ¿Qué significa éxito para ti? ¿Cómo se verá una meta alcanzada? Cuanto más específica sea tu meta, más fácil será trazar estrategias efectivas para llegar a ella.


2. Evalúa y Escoge el Mejor Camino

Cuando te enfrentas a un imprevisto, como una tormenta inesperada en tu viaje empresarial, tendrás varias rutas posibles para seguir. Aquí está la clave: no elijas la ruta que solo se parezca a la que planeaste, elige la que te acerque más a tu meta. Por ejemplo, si tu estrategia inicial para atraer clientes era hacer publicidad en redes sociales y ves que no está funcionando, no sigas en la misma dirección solo porque es familiar. Evalúa nuevas opciones, como colaboraciones con influencers o eventos en vivo, que podrían ser más efectivas para lograr tu objetivo final.


3. Sé Flexible: Revisa y Ajusta

La flexibilidad es la habilidad de adaptarse sin perder el rumbo. Imagina que estás montando una bicicleta en un sendero lleno de baches. No te quedas atrapado en el primer bache, sino que ajustas tu dirección y velocidad para mantener el equilibrio y avanzar. Lo mismo aplica a tu estrategia. Revisa periódicamente si las tácticas que estás usando te están acercando a tu meta. Si no están funcionando, no tengas miedo de descartarlas. Mantén solo lo que te acerca a tu objetivo y sigue adaptando tu enfoque según lo necesites.


Ejemplo Práctico: El Caso de Slack

Toma el ejemplo de Slack. Originalmente, Slack era una herramienta interna para un videojuego en desarrollo. Cuando el videojuego no despegó, el equipo decidió pivotar y convertir su herramienta de comunicación en un producto independiente. No cambiaron su meta de crear una herramienta útil para equipos; solo cambiaron su estrategia para hacerlo. Su flexibilidad les permitió adaptarse y alcanzar un éxito enorme.


Aplicación Práctica

  1. Define tu meta con claridad y detalle: Asegúrate de saber exactamente qué quieres lograr y cómo se verá el éxito.
  2. Evalúa las opciones disponibles: Cuando enfrentes obstáculos, elige el camino que te acerque a tu meta, no solo el que parezca más fácil. 
  3. Mantén la flexibilidad: Revisa y ajusta tus estrategias según sea necesario. No te aferres a lo que no funciona.

Recuerda, cambiar de estrategia no significa abandonar tus sueños. Es simplemente una forma de ajustar tu curso para llegar a tu destino con éxito.


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