Mis amigos cercanos, "Sara" y
"Mark", habían decidido darse por vencidos solo tres meses después de
que lanzáramos nuestra startup. Mark dejó un mensaje claro en su despedida:
"Tú no eres el indicado para dirigir una agencia de marketing
digital". En otras palabras, me estaba diciendo: "No te
necesitamos".
Me encontraba de vuelta en la casilla de salida. Había
perdido a mi equipo y, para hacer que mi negocio despegara, necesitaba un
equipo comprometido.
Un año atrás, había dejado mi trabajo como gerente de ventas
en una empresa de software. En ese momento, mi autoestima estaba en su punto
más bajo.
La experiencia previa me había dejado bastante
inseguro al iniciar mi propia empresa. No quería cometer errores y no tenía
claro cómo afirmarme como líder.
A veces, necesitas fingir hasta conseguirlo
Durante el fin de semana posterior a mi renuncia,
reflexioné sobre mis próximos pasos. Sabía que no quería volver a trabajar en
una empresa de software.
Mi sueño era seguir persiguiendo mi objetivo de convertirme
en un CEO, pero la verdad es que no me sentía capaz. Como mencioné, mi
autoestima estaba por los suelos.
La buena noticia era que tenía una amplia red de
contactos. Así que envié correos electrónicos a todos ellos con un mensaje
sencillo: "Estoy listo para embarcarme en un nuevo desafío".
"Emily", socia de una firma de capital de
riesgo con sede en Nueva York, fue la primera en responder. Sugirió que nos
reuniéramos en su oficina en Wall Street.
Pensé que Emily quería hablar sobre cómo podría
contribuir a una de las empresas de su cartera. Investigué las empresas
respaldadas por su firma y encontré algunas en las que podría encajar como
director de operaciones.
Cuando finalmente nos reunimos, Emily tenía una idea
diferente en mente. "Hablemos con franqueza", dijo. "Tenemos
interés en establecer una agencia de marketing digital y nos gustaría que
fueras el CEO. ¿Qué opinas?"
Me sorprendió la propuesta. Estaba a punto de decir:
"¿Estás bromeando? Acabo de dejar mi trabajo y ¿quieres que sea CEO? ¿De
verdad?"
En lugar de eso, mantuve mi sorpresa bajo control y
respondí: "Sí, eso es exactamente lo que quiero hacer".
Mi tarea consistía en reclutar un equipo fundador,
elaborar un plan de negocios y recaudar fondos. Ahora, después de que Sara y
Mark se hubieran ido, me sentía como un completo fracaso.
Mis cofundadores me habían abandonado, y sin ellos,
recaudar dinero era una tarea casi imposible. Era más que una sensación de
fraude; me veía como uno.
Si no actuaba con rapidez, incluso Emily y su firma de
capital de riesgo podrían perder la confianza en mí.
A pesar de sentirte como un impostor, debes avanzar
No tenía tiempo para autocompasión. Tenía que actuar
rápidamente para encontrar un nuevo director de marketing que remplazara a
Sara. Me puse en marcha y empecé a buscar y entrevistar a candidatos.
Uno de los primeros pasos que di al iniciar la empresa
fue diseñar mis tarjetas de presentación. En ellas ponía: "Oliver K.
Smith, CEO".
No decían "Me siento como un impostor" ni
"Soy el CEO de una startup unipersonal". Decían CEO porque yo era el
CEO.
Sí, en ocasiones seguía sintiéndome como un impostor,
pero eso no importaba. Yo era el CEO de mi empresa. Le entregué mi tarjeta de
presentación, completa con mi dirección de correo electrónico profesional, a
cada candidato con el que me entrevistaba.
Ningún candidato se rió de mí. Nadie preguntó:
"¿Tú? ¿CEO? ¡Venga ya!" A los ojos de todos, yo era el CEO.
Como CEO, necesitas desarrollar resiliencia
Dos semanas después de la partida de Sara y Mark,
conseguí a sus reemplazos, "Lucy" y "Ben". Eso sería solo
el comienzo de una serie de pruebas para determinar si la empresa tenía futuro.
Y las pruebas llegaron de manera implacable.
Lucy renunció al mes siguiente, alegando que no tenía
la energía para trabajar en una startup.
Luego, un mes más tarde, tuvimos que despedir a Ben,
quien también era mi mentor en la firma de capital de riesgo. Y después de eso,
Emily retiró su apoyo. Poco después, llegó una recesión económica y la
financiación se convirtió en un sueño lejano.
El dinero que parecía estar garantizado ya no lo
estaba. Lo peor fue que tendría que explicar a posibles inversores por qué
Emily y su firma retiraron su apoyo.
Sin embargo, en ese momento, ya estaba comprometido al
máximo en hacer crecer mi empresa. No permitiría que Emily, Lucy, Ben o la peor
recesión en décadas se interpusieran en mi camino.
La empresa conseguiría financiamiento. Punto final.
Esa era la única historia que aceptaba.
No sé de dónde vino mi confianza, pero la tenía.
La confianza como CEO crecerá con el tiempo
Dos años después de iniciar la recaudación de fondos,
con suficientes giros y desafíos para una película de suspenso, logramos
asegurar nuestra inversión inicial de 10 millones de dólares. Pero las pruebas
como CEO aún no habían terminado.
Tuvimos problemas de gestión que resolver, desafíos en
la contratación de personal, y un inversionista muy obstinado que intentó
bloquearnos. Sin embargo, me sentía igual de capaz. Sabía lo que había que
hacer.
Jamás volví a sentirme como un impostor. Me
consideraba la persona adecuada para liderar nuestra empresa a través de las
aguas agitadas. Así es como uno se convierte en CEO.
Para finalizar: Un CEO en constante crecimiento
No importa cuáles sean los obstáculos que encuentres
en tu camino. Lo esencial es seguir avanzando, mantener la vista en el
horizonte y la mente resiliente. En ocasiones, tomarás decisiones erróneas,
enfrentarás desafíos insuperables y te sentirás como si estuvieras en terreno
desconocido.
Pero aquí está el secreto: cada tropiezo, cada revés y
cada error son lecciones disfrazadas de fracaso. Estos momentos difíciles te
proporcionarán la experiencia necesaria para iluminar tu camino hacia el
futuro. Cuando llegue ese día, nada te detendrá, ni siquiera el fracaso, porque
sabrás que cada paso en falso te acerca más a la sabiduría y la maestría.
Así que, como CEO, prepárate para las pruebas constantes. No temas sentirte como un impostor al principio, porque eso es solo el comienzo de tu viaje. Con el tiempo, te convertirás en un líder competente, forjado en la fragua de la adversidad. Tu historia es la de la perseverancia y la superación, y cada capítulo te llevará más cerca de tus metas.
✅Recibe 2 audios semanales concisos y valiosos que te enseñarán una nueva habilidad útil y aplicable al mundo real de los negocios: Accede GRATIS por 7 días y empieza ver resultados notables en tu empresa.
✅Suscríbete a nuestra newsletter: CLIC AQUÍ
Y recuerda, si estás realmente interesado en crear tu propio negocio, puedes leer nuestro libro "Las 51 habilidades de un emprendedor efectivo", en donde podrás aprender las habilidades más importantes del mundo empresarial de una manera sencilla y práctica.
También te recomendamos leer:
✅¿CÓMO DEJAR DE SER UN SOÑADOR Y CONVERTIRSE EN UN PLANIFICADOR?
✅ADIÓS PÁNICO ESCÉNICO: CÓMO HABLAR EN PÚBLICO CON CONFIANZA
✅SIGUENOS EN YOUTUBE: CLIC AQUÍ