Cuando empiezas a trabajar por tus metas y a
incursionarte por el mundo del desarrollo personal, es casi imposible no querer
ser más productivo, ya que el trabajo constante diario, te acercara cada vez
más a tus metas propuestas.
Sin embargo, existen ciertas aptitudes y costumbres,
que tenemos arraigados directa o indirectamente a nuestro comportamiento que
nos hacen ser menos productivos.
Dichas aptitudes y costumbres generalmente son
arraigadas a nuestro ser desde muy pequeños, ya sea por el entorno en el que
crecimos o por cualquier otra influencia.
Pero existen buenas noticias, así como podemos
adquirir malas aptitudes y costumbres, también podemos desecharlas. El proceso
para desecharlas es mucho más complejo que el proceso para adquirirlas, pero todo
es posible con constancia.
El primer paso para poder desechar dichas aptitudes y
costumbres es detectarlas. Por ello en este artículo queremos mostrarte las 3
posibles costumbres que están frenando tu productividad y debes eliminarlas lo
más antes posible.
1.ELIMINA LA POCA PLANIFICACIÓN
Quizás este punto pueda parecer demasiado lógico, pero
te sorprenderás de la cantidad de personas que desean ser productivas y no
tienen actividades claras por hacer día con día. La planificación es
fundamental cuando se quiere aumentar la productividad.
Planificar te permitirá mantenerte ocupado, trabajando
por lo que quieres conseguir, sino planificas aunque te mantengas realizando
muchas actividades todo el tiempo, no tendrás una pauta clara para medir tu
avance. En cambio sí planificas, podrás medir tus resultados fácilmente.
No planificar y querer concretar una meta, es como
conducir un barco a toda velocidad sin dirección y pretender llegar a un
destino en concreto.
Por ello, para ser más productivo deberás planificar
todas tus metas, divide tus metas en 3 objetivos, uno a largo plazo, otro a
mediano plazo y por último uno a corto plazo. Por ejemplo, imaginemos que tu
meta es crear una empresa tecnológica exitosa, la planificación para poder
cumplir esta meta podría ser la siguiente:
Objetivo a largo plazo: Mudarse a una ciudad
empresarialmente atractiva, conseguir financiamiento, gestionar el papeleo
necesario para crear una empresa, contratar al mejor personal posible,
administrar el lanzamiento del primer prototipo…
Objetivo a mediano plazo: obtener educación
financiera, crear fuentes de ingresos fijos, aprender sobre administración
corporativa, aprender un idioma, entablar relaciones estratégicas, crear un
buen historial crediticio…
Objetivo a corto plazo: Leer, pagar créditos,
conseguir hablar con personas importantes e influyentes, crear negocios,
recibir un curso, poner en marcha ideas de negocios, aprender a programar…
Como puedes apreciar la meta de querer crear una
empresa tecnológica exitosa, se ha convertido en una larga lista de objetivos,
que deberás cumplir para poder llegar a dicha meta.
Los objetivos a largo plazo son normalmente las cosas
que deberás concretar en unos cuantos años, los objetivos de mediano plazo son
las cosas que deberás concretar en unos cuantos meses o quizás un año, y por
ultimo los objetivos corto plazo, son las cosas que literalmente debes hacer en
tu día a día.
Luego de saber que cosas debes hacer diariamente,
tomate un tiempo antes de empezar tu día para organizar dichas actividades y
organízalas de mayor a menor importancia, así sabrás detalladamente que actividades
tendrás que hacer durante tu día.
2.ELIMINA LAS MULTITAREAS
Una de las premisas base de la productividad más malentendidas
de todas, es la idea de que entre más tareas realices más productivo serás. Esta
premisa es cierta y muy útil para aumentar tu productividad, sin embargo, la mayoría
de las veces las personas malinterpretan su significado.
Ya que simplemente lo que quiere decir esta premisa es
que, cuanto más tareas concretes en tu día más productivo serás, y por ende los
resultados que quieres conseguir se verán más rápido.
Pero lastimosamente, la mayoría de las personas le da
otro significado a esta premisa, y creen que para ser más productivo se necesitan
hacer varias cosas al mismo tiempo, y poder así concretar varias tareas en un
mismo lapso.
Lo cual es un significado totalmente diferente a lo
que en realidad significa esta premisa. Hacer muchas tareas al mismo tiempo,
confunde a tu cerebro, aumenta tu desconcentración y te vuelve más impulsivo.
Por ello, elimina completamente de tu rutina diaria la
mala costumbre de realizar varias actividades al mismo tiempo, y en cambio enfócate
en una sola actividad y pon el máximo de tu concentración en ella, cuando
termines dicha actividad, ahora si puedes cambiar de actividad y repetir el
proceso.
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3.ELIMINA LA DESMOTIVACIÓN POR LAS INSIGNIFICANCIAS
Cuando te propones ser una persona productiva, todo el
tiempo estas dando lo mejor de ti, y por estas razones esperas que todo salga tal
y como lo planeaste, sin embargo, las cosas no funcionan así, por más esfuerzo
y dedicación que le pongas a tus actividades diarias, siempre existirá un
margen de error y algunas pequeñas cosas no saldrán como tu esperabas.
Entender y aceptar esto es clave, ya que te permitirá enfrentarte
de una manera más inteligente a los errores con los que tendrás que lidiar todos
los días. Nunca te desmotives o dejes de realizar las actividades de tu día, solo
porque algo no salió como esperabas.
Las insignificancias tienen el poder de frenar tu
vuelo hacia el éxito, si le das la importancia que ellas reclaman, Sin embargo
si tu no les prestas atención y continúas trabajando en tus actividades
diarias, estas no tendrán poder sobre ti.
Las insignificancias negativas, se encuentran por
todos lados, estas pueden ser por ejemplo; que tu internet no cargue rápido, que
hayas mal escrito alguna palabra en un informe importante, que no encuentres una
imagen adecuada para una presentación, que no hayas podido concretar una venta
de 20 ventas que si lograste concretar, que a tu bolígrafo se le acabe la tinta
justo cuando vas a escribir algo importante, y muchas más.
Nunca dejes que estos pequeños errores consuman tu
energía positiva y tus ganas por concretar tus actividades del día. En cambio analiza
si estos errores tienen solución, si no tienen solución y ese pequeño error no
afecta en mayor medida el resultado final, no hagas nada y relájate, ahora sí,
si tienen solución, no te amargues y resuelve el pequeño inconveniente.
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